El mantenimiento
industrial
El mantenimiento industrial es una herramienta fundamental
para garantizar el éxito de cualquier actividad industrial.
No es un gasto sino una inversión.
¿Qué es el mantenimiento industrial?
Entendemos por mantenimiento industrial el conjunto de procesos y procedimientos documentados que garantizan que un conjunto de activos se mantengan en unas condiciones óptimas de funcionamiento y producción a lo largo del tiempo. Este tipo de mantenimiento lo realizan técnicos especializados que planifican, gestionan y ejecutan los trabajos sobre la maquinaria con el objetivo de reducir las averías, aumentar la disponibilidad de las máquinas y optimizar su fiabilidad.
El mantenimiento tiene especial importancia en la industria pues se necesita garantizar la funcionalidad adecuada y esperada de la maquinaria para que las operaciones de producción también se mantengan según lo esperado y con la mayor eficacia. Los objetivos comerciales de cualquier industria dependen, en buena parte, de la disponibilidad y el rendimiento de sus activos.
Además de asegurar el rendimiento de la maquinaria, el mantenimiento industrial también es responsable de garantizar su seguridad y la seguridad de todo lo que lo rodea: las personas, los activos y el medio ambiente.
Si no puede garantizar que una máquina funcione cuando la producción está programada, no podrá confiar en ella. En la industria es necesario confiar en las máquinas. Una máquina que no da las suficientes garantías tiene un coste mayor que el meramente económico: puede afectar a los trabajadores, las relaciones con los clientes, la calidad, los tiempos de entrega, la reputación de la marca y mucho más.
El coste real de una avería en una máquina crítica se estima entre 4 y 15 veces los costes de mantenimiento asociados porque, por cada segundo sin producción o con una producción limitada, la empresa pierde dinero.
La historia del mantenimiento industrial
Mucho han cambiado los sistemas de fabricación y el propio mantenimiento desde la Revolución Industrial en el siglo XVIII, pero la mayor evolución se ha producido en el último siglo.
Antiguamente las producciones eran lentas y los procesos inconexos en su mayor parte, la industria estaba floreciendo, la demanda productiva era menor y el tiempo de inactividad no era tan crítico, teniendo en cuenta que la maquinaria de entonces era muy robusta y fiable. A partir de 1950, tras la Segunda Guerra Mundial, el impulso industrial dio lugar a un mercado mucho más competitivo, a una mayor concatenación de procesos y a un aumento de la producción.
Entre las décadas de 1960 y 1980, el mantenimiento era una actividad considerada de menor importancia que actuaba solo cuando se producía una avería. Su ámbito se limitaba a tareas básicas de electricidad o mecánica y la prevención no existía, por lo que el mantenimiento tenía una mala imagen. Pero el aumento de la producción exigió mejores prácticas de mantenimiento, lo que condujo a un paso clave en la evolución de los estándares de la industria: el desarrollo del mantenimiento preventivo.
A partir de 1980, las plantas y las máquinas se volvieron aún más complejas, la competitividad era cada vez más alta y existía una menor tolerancia a los fallos, potenciando el mantenimiento. Además, la demanda de mayor fiabilidad, las técnicas de administración mejoradas y las nuevas tecnologías permitieron una comprensión mayor del estado de las máquinas y sus componentes, a la vez que el concepto de riesgo se volvió esencial, junto a las cuestiones medioambientales y de seguridad.
Hoy el mantenimiento industrial se ha profesionalizado y digitalizado para adaptarse a las necesidades cambiantes de la industrial actual. Hoy es inconcebible trabajar como hace unos años y se conoce lo crítico que es un buen mantenimiento en cualquier actividad industrial.
La
externalización
Es una práctica empresarial habitual
que se ha convertido en una herramienta estratégica necesaria
para obtener una ventaja competitiva.
¿Qué es externalizar?
La externalización, outsourcing o subcontratación consiste de delegar de modo estratégico en otras organizaciones o empresas actividades, tareas o servicios que hasta el momento de realizaban internamente o que son de nueva creación, ya sea de forma permanente o puntual. Se puede aplicar a muchas áreas, industrias y sectores.
Las empresas que prestan estos servicios, conocidas habitualmente como proveedor de servicios o proveedor externo, se encargan de planificar, gestionar y organizar las actividades y a sus empleados para completar las tareas o servicios, en la ubicación correspondiente, ya sea en instalaciones propias o del cliente.
Mediante esta estrategia se crea una alianza entre la organización que contrata y el proveedor del servicio que los convierte en socios tecnológicos y comerciales en el mercado.
Un aspecto a tener en cuenta es que delegar no es abdicar, es decir, el proveedor del servicio se hace responsable de las actividades pero se deben implantar los mecanismos necesarios para que el cliente no pierda en ningún momento el control y el conocimiento sobre esas actividades.
Evolución de la externalización
Desde la Revolución Industrial, las empresas han lidiado con cómo pueden explotar su ventaja competitiva para aumentar sus mercados y su rentabilidad. El modelo durante la mayor parte del siglo XX era el de la gran empresa que "poseía, gestionaba y controlaba directamente" sus activos.
A partir de 1950 comenzó la diversificación para ampliar la competitividad y aprovechar las economías de escala. Al diversificarse, las empresas esperaban proteger los beneficios, aunque un mayor crecimiento suponía mayores gastos administrativos y de gestión.
Posteriormente, las organizaciones empezaron a competir globalmente en las décadas de 1970 y 1980, haciéndose evidente que estas organizaciones eran poco flexibles y ágiles en el mercado, debido a unas estructuras de gestión rígidas y sobredimensionadas. Para aumentar su flexibilidad y creatividad, muchas grandes empresas desarrollaron una nueva estrategia para centrarse en su negocio principal: el outsourcing o externalización.
La externalización fue utilizada por primera vez por las empresas manufactureras hace unos 50 años y desde entonces se ha extendido por todo el mundo y todas las industrias. Inicialmente se aceptó como una táctica empresarial pero pronto se convirtió en un componente esencial para el desarrollo de negocio.
La externalización en el mantenimiento industrial
Una de las áreas de mayor externalización es el mantenimiento. Los servicios de mantenimiento pueden cubrir una amplia gama de tareas dentro de una instalación, desde los servicios generales o facility services hasta el mantenimiento integral de la maquinaria productiva.
Dentro del mantenimiento de maquinaria industrial las actividades que más se externalizan son:
- Mantenimiento correctivo, preventivo y predictivo: donde el proveedor aporta un equipo multidisciplinar, profesional y cualificado para realizar el plan de mantenimiento y resolver las incidencias dentro de la instalación. También pueden incluir el mantenimiento legal y el mantenimiento autónomo.
- Gestión de almacén: cuando el objetivo es la administración y optimización de los repuestos y su inventario, incluyendo pedidos, control de stocks, gestión de proveedores, etc.
- Desarrollo del sistema de gestión del mantenimiento (GMAO): cuando se busca la implantación de un sistema personalizado, eficiente y adaptado a los procesos de trabajo de la instalación.
- Mantenimientos especiales: como apoyo puntual en actividades o tareas que quedan fuera de la experiencia del equipo de mantenimiento interno.
Una tendencia económica y de mercado
Para las empresas con operaciones distribuidas (minoristas, fabricantes, transporte y logística), el mantenimiento de sus instalaciones puede representar del 10 al 25% del gasto indirecto total. Varios acontecimientos recientes, incluidos la pandemia del COVID-19, los temores de una recesión, los conflictos comerciales, la interrupción de la tecnología y el aumento de los salarios, han hecho que la reducir y variabilizar los costes sea una prioridad.
La externalización es una estrategia que está en aumento. Se estima que el mercado global para la gestión de instalaciones, incluyendo el mantenimiento industrial, alcanzará los $1.9 billones para 2024. Existen muchas razones por la que externalizar y muchas estrategias diferentes para hacerlo, como indica ATS en su "2020 State of industrial maintenance report".
McKinsey & Company
Six emerging trends in facilities management sourcing
ATS - Advanced Technology Services Inc.
The Evolution of Industrial Maintenance
ATS - Advanced Technology Services Inc.
The Evolution of Industrial Maintenance
En un entorno empresarial cada vez más complejo y altamente competitivo, las organizaciones se están viendo obligadas a la externalización de las actividades en busca de maximizar el valor, reducir el riesgo y mejorar su posicionamiento en el mercado. Y a medida que más ejecutivos reconocen la importancia estratégica de la externalización, existe una creciente creencia de que los modelos convencionales ya no cumplirán su propósito.
El futuro
Por un lado, el uso de sistemas y sensores, el IoT (Internet of Things) o el 5G va a permitir recopilar una gran cantidad de datos. Esto plantea el doble reto de gestionar tanta información y de hacer un uso inteligente de los datos, por lo que será necesaria un gran especialización y un elevado conocimiento y formación de los equipos para explotar este nuevo mantenimiento avanzado.
Por otro lado, la externalización del pasado basada en el precio está desapareciendo y la tendencia ha girado hacia una organización basada en los procesos y las personas, orientada incluso a la consecución real de resultados o al éxito del negocio, integrando al proveedor del servicio en la propia organización.
Teniendo en cuenta los cambios globales que ha traído 2020, las tendencias de externalización para 2021 implicarán más mejoras, más avances tecnológicos, más flexibilidad y globalización, tendencia prometedora que nos indica que nuestra industria está en el buen camino.
Los
beneficios
Aunque dependen de las condiciones de cada empresa,
existen muchas ventajas generales que se pueden asociar
a la externalización del mantenimiento.
Los beneficios de la externalización o subcontratación pueden variar de una empresa a otra a nivel general, pues dependen de muchos factores. Pero existen una serie de ventajas generales que se aplican en la mayor parte de los casos. La reducción de costes, la mejora de la productividad y la eficiencia o la liberación del personal interno son algunas de las principales razones por las que la externalización continúa creciendo en popularidad.
Algunas de las ventajas que ofrece la externalización del mantenimiento industrial sobre el mantenimiento interno son las siguientes:
-
Reducir los costes laborales y productivos
En ocasiones es posible reducir el coste económico del equipo de mantenimiento cuando se trata de nuevo personal, pero si se mantiene total o parcialmente el equipo del cliente la reducción de costes se notará unos meses más tarde. En el mantenimiento industrial la reducción de costes no es tan evidente ni rápida como en la externalización de otros departamentos, pero supone un factor diferencial a partir de los 6 meses, cuando:
- Se comienzan a notar los resultados de las tareas de mantenimiento sobre las máquinas, optimizando su tiempo de actividad y recuperando la confianza en ellas
- Se rediseña el plan preventivo y se implanta una nueva metodología de trabajo que deriva en la optimización del equipo de mantenimiento, mientras se aprovechan las sinergias, las nuevas tecnologías, la especialización de la formación y la automatización de las tareas
-
Transformar costes fijos en costes variables
Los costes fijos pueden convertirse en costes variables gracias a la externalización que permite convertir la actividad de mantenimiento a la modalidad de pago por uso. El coste se convierte en variable dependiendo de las necesidades reales de la instalación.
Siempre que se mantengan las condiciones contractuales, el precio será invariable durante la vida del contrato, por lo que resulta más sencillo tener una visión clara y detallada del coste a la hora de diseñar el presupuesto de mantenimiento.
-
Menor inversión inicial. Más liquidez para otras inversiones
La externalización ayuda a las empresas a reducir los gastos iniciales, ya sea en el nacimiento del negocio o al crear un nuevo departamento. En el caso del mantenimiento, un nuevo equipo supone un desembolso elevado de selección y contratación, formación, equipos de protección individual, formaciones específicas, herramientas, maquinaria, etc. Externalizar permite una menor inversión inicial para comenzar la actividad y supone mayor liquidez para otras partes del negocio.
-
Reducir los costes de infraestructuras
Del mismo modo, delegar ciertas actividades en un proveedor externo permite también ahorrar en la inversión en infraestructuras o tecnología. Un ejemplo de esto son los sistemas de gestión de mantenimiento, llamados GMAO (Gestión de Mantenimiento Asistida por Ordenador), que permiten la completa gestión del mantenimiento de una planta. Es habitual que el proveedor del servicio implante su propio GMAO, salvo que el cliente lo tenga estandarizado e interno por algún motivo.
-
Mejor retorno de la inversión (ROI) del capital invertido
Derivado de que la inversión inicial es mejor, el retorno de inversión (ROI) del capital invertido en la actividad es más rápido y mucho más atractivo, mejorando la perspectiva del proyecto de externalización para todos los stakeholders y validando mucho más rápido el modelo de negocio al menor coste posible.
-
Reducir los impuestos laborales
El personal interno supone entre un 30% y un 35% de impuestos laborales sobre su salario bruto, asociados a las nóminas. En el caso de externalizar la actividad los impuestos se trasladan como IVA soportado al 21%, también deducibles en su totalidad, y no se acumulan los costes de indemnización por posible despido del trabajador.
-
Acceder a nuevas habilidades y recursos
Externalizar supone, directamente, disponer de nuevas habilidades y capacidades del personal. Habilidades específicas como la dirección de personas, la gestión del cambio o la organización de las tareas, ayudando incluso al personal interno a priorizar.
La externalización también permite disponer de recursos adicionales cuando son necesarios y ayuda a mejorar la flexibilidad del equipo de trabajo. En el mantenimiento, puedes acceder rápidamente al conjunto de técnicos del proveedor, mejorando la cobertura temporal y geográfica sin esfuerzo, ya que los empleados temporales no siempre cumplen con las expectativas. Dispondrás de un equipo y una empresa especializada en esa área de actividad.
Además, el personal externo suele producir un impacto positivo en el resto de departamentos del cliente y en su clima laboral, debido a su especialización, profesionalidad y método de trabajo.
-
Mayor disponibilidad de recursos internos para su propio negocio
La subcontratación ayuda a las empresas a centrarse en su negocio pues permite liberar recursos internos (humanos y financieros) y dedicarlos a otras actividades donde aporten más valor.
En general, se suelen externalizar las actividades non-core del negocio y el mantenimiento, aunque es una función muy importante, no suele ser core en el negocio y es habitual que no se tenga experiencia previa. Delegar estas funciones en un proveedor externo permite al equipo interno centrar su atención, su conocimiento y experiencia en las actividades propias del negocio, generadoras de ingresos.
Ese menor tiempo de gestión y dedicación de los recursos propios les libera para otras actividades como mejorar la calidad del producto o servicio, la marca, la reputación, la investigación y el desarrollo, etc.
-
Disponer de experiencia especializada
Encontrar buen personal técnico es un gran reto y es necesario estar buscando y seleccionando constantemente, lo que supone un gran coste. Uno de los aspectos más beneficiosos de la externalización es poder elegir una empresa o un equipo especializado en un área concreta de actividad, como el mantenimiento. En ese momento, como ya se ha comentado, accedes al equipo técnico del proveedor, durante el tiempo que necesites, con sus habilidades, conocimiento y experiencia.
De hecho, estas empresas especializadas, suelen cubrir transversalmente diferentes industrias y sectores de actividad, con la posibilidad de aplicar sinergias entre ellos.
-
Menor necesidad de gestión y administración del personal
Dado que el nuevo equipo de mantenimiento no pertenece al cliente, éste no es responsable de su formación, capacitación o administración. Esa responsabilidad es del proveedor externo.
Supone, por tanto, menos tareas de recursos humanos propios (publicación de ofertas, selección, entrevistas, contratación, gestión, despido, etc.). Además, al tratarse de perfiles técnicos muy especializados, el personal de recursos humanos suele necesitar de segundas entrevistas o filtros técnicos con personal de producción o dirección, para validar a los candidatos desde el punto de vista técnico.
Todas esas tareas recaen ahora en el proveedor y se liberan los recursos humanos propios para centrarse en su personal interno, a la vez que disminuye la necesidad de colaboración con empresas de selección o de trabajo temporal y se fortalece el organigrama interno.
-
Menor incertidumbre y rotación
Los costes variables derivados de la externalización ayudan a disminuir la incertidumbre ante el mercado, mientras que la especialización reduce considerablemente la tasa de rotación del personal técnico. Esto resulta positivo no solo para el mantenimiento en sí, sino también para los empleados del cliente y la imagen del departamento de mantenimiento a nivel general. Está demostrado que la especialización resulta en menores tasas de rotación e incluso de absentismo.
-
Compartir y/o reducir los riesgos de la actividad
Apostar por una externalización a largo plazo aporta continuidad y mejora la gestión de los riesgos propios de la actividad. Esto ocurre porque se traslada parte del riesgo empresarial al proveedor, principalmente, en aspectos relacionados con temas financieros, sociales, organizativos o tecnológicos.
De esta manera, si la actividad cae, el cliente puede disponer de un menor coste asociado y será el proveedor externo quien deba redimensionarse y adaptarse en función de los cambios de actividad, todo ello, según se describa en el contrato de colaboración.
-
Mayor productividad
La productividad se mide como el cociente entre la producción obtenida y los medios utilizados en la misma. Cuanto más y mejor funcionen las máquinas, mayor será la productividad de la planta. Invertir en mantenimiento es aumentar la productividad de las máquinas y, por tanto, sacarle un mayor rendimiento a tu negocio.
La maquinaria industrial supone una elevada inversión y no nos podemos permitir que estén inactivas de un modo no planificado por la producción. Reducir el tiempo de inactividad supone cumplir con los programas de fabricación y con los compromisos con los clientes. ¿Qué coste económico tiene una planta o un área productiva parada por una avería imprevista en una máquina?
Uno de los objetivos de toda externalización del mantenimiento debe ser reducir significativamente el tiempo de inactividad no planificada de las máquinas, lo que aumenta la productividad empresarial y reduce considerablemente los costes operativos.
-
Mejorar la calidad
Cada vez más la calidad juega un papel fundamental en el mundo empresarial por lo que debemos centrarnos en mejorar los estándares y optimizar los resultados de cualquier proceso. Un parque de máquinas en buenas condiciones y bien ajustado, unido a la especialización del equipo de mantenimiento, asegura mejores resultados y estándares de calidad.
Además, esa mejora de la calidad y la confianza en las máquinas supondrá una mejor valoración interna del departamento de mantenimiento, que tendrá mayor credibilidad y seguridad.
-
Aumentar la flexibilidad
Un aspecto muy importante de toda externalización es la flexibilidad que supone. No es solo adaptarse a las necesidades cambiantes del cliente o del mercado, sino también disponer de la metodología, la experiencia y la capacidad técnica y de gestión de todo el nuevo equipo o su organización. Aprovechar la experiencia de estos profesionales especializados a la hora de aportar soluciones para mejorar el rendimiento de las máquinas es un aspecto esencial a la hora de externalizar con éxito.
-
Incrementar la innovación
La externalización también deriva en una mayor innovación interna. Al reducir los costes de la producción y optimizar los tiempos de trabajo derivados de una mayor eficiencia de las máquinas, se liberan recursos internos para innovar y lanzar nuevos proyectos que permitan al cliente diferenciarse y mejorar su posición en el mercado tan competitivo que vivimos.
-
Mayor crecimiento
Al mejorar el desempeño del negocio, la calidad de los productos y la satisfacción de los clientes, el cliente está preparado para expandir su modelo de negocio y seguir creciendo en el mercado con una mayor competitividad. Contar con un proveedor externo, un socio tecnológico que se encarga de las máquinas, facilita la escalabilidad y el crecimiento, junto con la posibilidad de contar con recursos adicionales en el momento preciso. De hecho, a la hora de crecer, es más barato ampliar un equipo externo que si el equipo es interno.
-
Mayor eficiencia y rendimiento del mantenimiento
En muchos casos, cuando el mantenimiento se realiza con personal interno, se suele actuar más en el correctivo que en el preventivo y, además, en caso de avería, los técnicos deben interrumpir otras actividades para atender la incidencia.
Cuando se externaliza el mantenimiento, el equipo se centra completamente en las máquinas. Tanto si es un mantenimiento preventivo o correctivo, la prioridad es cumplir la planificación preventiva, atender las máquinas y sacar adelante la producción de la planta. Esto asegura que el mantenimiento se complete de manera más rápida, oportuna, con más eficiencia y con un alto nivel de calidad.
-
Acelerar los procesos de cambio
A nivel general, la externalización ayuda a las empresas a gestionar mejor, e incluso a acelerar, los procesos de cambio internos, es decir, puede cambiar y adaptarse a sus necesidades y a las necesidades del mercado más rápidamente.
Desde el punto de vista del mantenimiento ocurre lo mismo. Todos tenemos cierta resistencia a los cambios y, al externalizar, un nuevo equipo y/o una nueva forma de hacer las cosas se implanta. Se comienza a hacer las cosas de un modo distinto para obtener resultados distintos, con personas nuevas que no sufren los anclajes al pasado que puedan existir en el cliente.
-
Aprovechar las oportunidades
Cuando el personal interno se puede centrar más en el negocio, es posible explotar las fortalezas internas, mejorar las debilidades y, sobre todo, detectar y aprovechar mejor las oportunidades que puedan surgir. Contar con un proveedor externo de confianza con el que compartir las necesidades y las experiencias, permite obtener nuevos conocimientos y habilidades para obtener mejores resultados rápidamente.
-
Mejorar la medición de los resultados
Cuando se externaliza, el servicio debe medirse en base a una serie de indicadores que se hayan definido en contrato o que se vayan incorporando poco a poco al mismo. A partir de la estandarización y de la definición e implantación de estos indicadores, se obtienen datos fiables y comparables para comprobar el estado de la instalación.
Dentro del mantenimiento es muy importante centralizar la información y explotarla convenientemente a través de un GMAO, adaptado al cliente, para conocer el estado real de los activos y poder analizarlos y mejorarlos.
-
Acceder a tecnologías avanzadas
El mantenimiento industrial evoluciona constantemente y en los próximos años se van a producir muchos cambios derivados de la digitalización, el Internet de las cosas (IoT), la expansión de la Industria 4.0 y la democratización del acceso a los sistemas de mantenimiento predictivo.
Si dispones de un buen socio de mantenimiento, éste estará al día de todos los avances necesarios y te guiará para poder aprovechar todas esas innovaciones que, en general, acaban mejorando la calidad y reduciendo los costes operativos.
-
Implantar procesos de mejora continua
El nivel de competencia actual, ha llevado a las empresas a la necesidad de la mejora continua de sus procesos operativo y de su mantenimiento. Disponer de un proceso sistemático de la mejora continua no solo aumenta la calidad sino que genera la necesidad progresiva de un menor número de recursos, optimizando los costes.
Si externalizas y el proveedor del servicio dispone, además, de ingeniería propia se puede ahorrar mucho tiempo y dinero en la implantación de estas mejoras en las máquinas, puliendo la imagen del departamento de mantenimiento ante el resto de departamentos o clientes internos.
El
proceso
En el proceso de externalización hay algunos pasos que debes tener en cuenta.
Conocerlos y completarlos puede ayudarte a externalizar con éxito.
Si te estás planteando externalizar una actividad y te preguntas cómo hacerlo, a continuación veremos qué pasos esenciales debes dar. Centrándonos en el mantenimiento industrial, existen ligeras diferencias dependiendo de si la actividad ya existe y la realiza un equipo interno (o externo) o si la actividad es de nueva creación.
Actividad existente con equipo actual
En este caso puede producirse una transformación a servicio (las actividades se realizan por un equipo interno o externo pero no en la modalidad de servicio) o un traspaso entre proveedores, con un servicio que está en marcha con otro proveedor pero que el cliente desea cambiar.
Nueva actividad sin equipo previo
Puede ser una nueva actividad que antes no existía (por ejemplo una nueva línea de negocio) o por la expansión y crecimiento del cliente (como un nuevo centro logístico). El servicio propuesto no existe y comienza desde el principio, por lo que no hay equipo ni organización previa.
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Definición preliminar
Una vez decidida el área a externalizar, y antes de empezar, es necesario establecer con claridad las necesidades de la externalización. A menudo existen muchas ideas y opiniones de los actores implicados en el proceso. Todas ellas se deben "bajar a la tierra" y definirlas con el mayor detalle posible:
- Alcance de las actividades
- Objetivos
- Requisitos a cumplir por los proveedores, si los hay
- Planificación preliminar
Es el momento de detectar problemas potenciales y resolverlos.
2. Desarrollo del pliego de requisitos
A partir de aquí, se debe ir plasmando todo esto en un documento de especificación de requisitos o similar, que además será la base del contrato posterior. Este documento describirá, junto a lo anterior, la siguiente información:
- Datos generales del servicio
- Requisitos de la transición del servicio
- Subrogación y transferencia de personal, si la hay
- Indicadores y cuadros de mando
- Acuerdos de nivel de servicio (SLAs)
- Seguimiento, comunicación y gestión
- Informes de servicio
El pliego o documento de especificación de requisitos debe incluir toda la información relevante y necesaria para que los proveedores puedan ofertar, incluyendo la previsión de crecimiento o nuevas ampliaciones que se vayan a implantar en la instalación.
3. Búsqueda de empresas
Para la selección de los proveedores, lo habitual es buscar en colaboradores habituales, empresas en Internet, a través de la red de contactos o en directorios y eventos especializados. En cualquier caso se deben tener muy en cuenta la experiencia, el conocimiento o la metodología de trabajo, como veremos más adelante.
4. Recepción de propuestas
Al listado preliminar de proveedores se le enviarán las especificaciones técnicas, tras establecer un contacto inicial, y se deben realizar las reuniones individuales, consultas de resolución de dudas y visitas a la planta que sean necesarias. Dependiendo del tipo de instalación puede ser muy recomendable, e incluso necesario, hacer una visita a la planta o instalación, para comprobar in situ en qué estado de conservación se encuentra.
5. Alineamiento técnico
Con la información de todos los proveedores se realiza un alineamiento técnico y un análisis inicial de las propuestas, resolviendo en común las dudas que hayan podido surgir y solicitando las revisiones necesarias.
6. Análisis comparativo
Con todas empresas alineadas se puede realizar el análisis comparativo. Este es un momento decisivo para el éxito de la externalización. Puedes encontrar más información en la siguiente sección, dedicada a cómo seleccionar la empresa adecuada. En una instalación nueva es muy importante, además, la gestión que se haga del conocimiento y la capacidad de captación, selección e incorporación de los recursos humanos.
7. Negociación y adjudicación
Al entrar en la fase de negociación, cada empresa tiene sus propios mecanismos, pero los aspectos mínimos que deben quedar claros en esta fase son:
- El contrato de externalización, con la información de todo el proceso, para su firma en el momento de la adjudicación
- Los términos y condiciones detallados del acuerdo
- La propuesta detallada del proveedor
- La gestión de los recursos humanos
- El precio del servicio
Es habitual que el contrato también detalle las condiciones y el proceso a seguir para cancelar el servicio y devolverlo de nuevo al cliente u otro proveedor. Debe estar lo más detallado posible, indicando tiempos y responsabilidades, así como los aspectos legales relativos a la información, documentación y tratamiento de los datos.
8. Transición del servicio
Una vez adjudicado el servicio y hasta que el proveedor se haga cargo de las actividades contratadas, hay un periodo que se denomina de transición o traspaso. En este periodo es de suma importancia que se garantice la continuidad del servicio en todo momento con los mismos niveles de calidad. Existen muchos aspectos a tener en cuenta en esta fase, pero los más importantes son los recursos humanos (la gestión del cambio y los temas administrativos relacionados) y las infraestructuras.
En el caso de una nueva instalación, se suele ir incorporando el equipo lo antes posible para que se empape de la instalación en la propia puesta en marcha. Y si existe subrogación, se debe realizar en esta fase.
9. Comunicación
Una buena comunicación, fluida y transparente, es esencial para garantizar el éxito de la fase de transición, ya sea con el cliente, el equipo existente (interno o externo) o cualquier otro proveedor, si existe. Todo el conocimiento obtenido, generado o revelado, debe ser compartido.
10. Lanzamiento
Si todo se ha realizado correctamente, el día previsto en el contrato se hará cargo de las actividades el nuevo proveedor, iniciándose el servicio propiamente dicho.
En el caso de una nueva instalación, la experiencia nos invita a pensar que no hay una fecha única ni estricta para el lanzamiento del servicio. Suele ser progresivo y adaptado al incremento paulatino de producción de la nueva instalación.
La empresa
adecuada
Encontrar el socio adecuado para tu negocio es fundamental.
Elegir a la empresa adecuada tendrá un impacto muy positivo en la actividad.
De acuerdo con Heywood, en su libro "El dilema del outsourcing. La búsqueda de la competitividad" (2002), todos los clientes, tanto grandes empresas como pequeñas, pueden lograr grandes beneficios con la externalización de alguna de sus áreas funcionales. Pero uno de los principales problemas es tener la capacidad de seleccionar la mejor empresa, el mejor proveedor.
No hay reglas generales ni fórmulas exactas. De hecho la mayor parte de la información previa será subjetiva o estará basada en previsiones más que en datos fiables por lo que siempre existirá un elevado grado de incertidumbre en la decisión.
Algunos de los aspectos o características que se deben tener en cuenta son:
1. Experiencia demostrable
La historia de la empresa, la trayectoria profesional de sus directivos o la reputación en el mercado es de vital importancia. Deben transmitir confianza y profesionalidad a la vez que presentan una experiencia demostrable. Es aconsejable pedir referencias o incluso visitar al proveedor o los servicios que presta para conocer de primera mano la forma de trabajo.
2. Conocimiento
Se debe valorar el dominio sobre las áreas o funciones a delegar. En el caso del mantenimiento industrial, valorar incluso las tecnologías existentes en la planta o instalación. En la medida de lo posible, buscar verdaderos especialistas en el mantenimiento industrial.
3. Metodología
Disponer de una metodología fiable y probada es la mejor forma de obtener un resultado predecible. Y la metodología debe cubrir todo el ciclo de vida, desde la definición e implantación inicial.
4. Servicio integral
Es recomendable que el proveedor preste servicios adicionales a la propia necesidad del cliente. En el caso del mantenimiento industrial, es de gran ayuda que el proveedor disponga de un departamento de ingeniería como apoyo al servicio y base de la mejora continua; o sea capaz de realizar consultorías de procesos o auditorías técnicas dentro de la instalación.
5. Personalización
No hay dos clientes iguales y, por tanto, no debe haber dos propuestas iguales. El proveedor debe tener la capacidad de ofrecer soluciones personalizadas a las necesidades de cada cliente.
6. Gestión del cambio
La tendencia de la externalización va hacia las personas y los procesos. El éxito con las personas dependerá, en buena parte, de la adecuada gestión del cambio que se haga. Muchas veces no se trata de un cambio de proceso sino de un cambio cultural.
7. Valores
Externalizar es una relación a largo plazo, por eso es muy importante que cliente y proveedor tengan sus valores alineados. Algunos como la comunicación transparente y veraz, el compromiso o la atención a los detalles pueden ser los pilares del servicio.
8. Mejora continua
La calidad se sobrentiende y la mejora no es negociable. Se debe valorar la planificación y el plan de acción que tenga el proveedor para mejorar los resultados con el paso del tiempo.
9. Adaptación financiera
Por último, que la propuesta se adapte financieramente a las necesidades del cliente. Pero no solo desde un punto de vista económico sino también en la forma de pago, el tipo de contrato, variables, etc.
Factores de
éxito
Los resultados de una externalización no se pueden predecir
pero si hay algunos factores que favorecen el éxito.
Aún sin ser una ciencia exacta, la experiencia ha demostrado que hay una serie de factores que influyen considerablemente en el éxito de una externalización. Los más importantes son:
- Definir con claridad los objetivos y las metas que se quieren conseguir y saber transmitírselo al proveedor
- Contar con el apoyo de la dirección del cliente
- Seleccionar al proveedor adecuado
- Realizar el correcto seguimiento de todas las actividades, siendo muy estricto con la periodicidad
- Mantener una buena relación y una comunicación abierta y transparente
- Saber gestionar a las personas que prestan el servicio, atendiendo a sus necesidades y expectativas
- Disponer de un buen contrato debidamente estructurado, sin confusiones ni cláusulas ambiguas
Algunas
conclusiones
En un entorno empresarial cada vez más complejo y altamente competitivo, las organizaciones se están viendo obligadas a la externalización de actividades non-core para maximizar el valor, reducir el riesgo y mejorar su posicionamiento en el mercado, bajo cualquiera de las modalidades de contratación.
¿Por qué seguir gastando de más cuando el dinero puede reinvertirse en innovación, desarrollo de productos y crecimiento sostenible?
Teniendo en cuenta todas las ventajas de externalizar el mantenimiento, es una poderosa herramienta económica que coloca a las empresas por delante de la competencia. Siguiendo las mejores prácticas y la asociación con proveedores fiables, no solo se reducen los costes, sino que también se obtiene un aliado comercial experimentado que impulsa la innovación, mitiga los riesgos, aporta flexibilidad y tenga la capacidad de escalar rápidamente.
Ignorar los beneficios de la externalización significa no solo perder oportunidades, sino también perder una ventaja competitiva respecto a la competencia.
¿Necesitas volver a confiar en tus máquinas?
¿Crees que tus equipos productivos podrían ser más eficientes?
¿La producción se interrumpe con demasiada frecuencia por averías?
¿Imaginas tener más tiempo para centrarte en tu negocio e impulsarlo?
¿Has pensando en externalizar el mantenimiento de tu empresa?